
Bondades y Desafíos de la Educación Rural en la Nueva Educación Pública
- Establecimientos que distinguen por su vocación medioambiental y socioemocional.
- Se recoge el trabajo de la Escuela de Pishuico -Valdivia- y Escuela Roberto Ojeda -Paillaco- que resalta por su vinculación con el medio y el concepto de familia, dan cuenta del trabajo que se realiza en los 77 establecimientos rurales.
En la provincia de Valdivia y en materia educativa, se distingue un fuerte componente de ruralidad. Es así como los 179 establecimientos educacionales bajo el alero del Servicio Local de Educación Pública -SLEP Valdivia, el 43 por ciento se encuentra en los sectores rurales; recintos de educación básica, media, técnico-profesional y jardines infantiles; cifra que aumenta si sólo se consideran los colegios y liceos, alcanzando un 57 por ciento del total.
Por ello en la Nueva Educación Pública, presente en las comunas de Panguipulli, Lanco, Mariquina, Mafil, Valdivia, Los Lagos, Paillaco y Corral; el Servicio Local de Educación Pública -SLEP- tiene una mirada especial, que recoge las características de su comunidad educativa.
En el marco del Día de la Educación Rural, es que se recogen y destaca el trabajo de docentes, asistentes, auxiliares, apoderados y por cierto los estudiantes que dan vida a una educación inserta en la ruralidad. Se trata de 77 establecimientos educacionales, que de una o otra forma se ven reflejados en la experiencia de dos escuelas rurales como son Pishuinco, comuna de Valdivia, y el establecimiento Roberto Ojeda Torres, en Reumen, comuna de Paillaco.
MEDIOAMBIENTE
Con 9 estudiantes la Escuela de Pishuinco este año ostenta la certificación medioambiental, tras un plan de trabajo desarrollado durante el año pasado y la incorporación a su programa educacional transversal; así lo explicó el profesor encargado del Miguel Rivera. Agregó que “nuestro sello, el sello medioambiental que en estos momentos estamos dando a conocer y trascender para invitar también a que conozcan nuestra realidad, nuestro proyecto. Tenemos la excelencia ambiental hasta el 2028, también el sello gestión pedagógica, el sello académico, también de excelencia, y en cuanto a lo artístico-cultural que tenemos que proyectar. Se vienen muchas instancias positivas para nuestro chiquitito y comunidad en general”.
En tanto, el profesor encargado del taller y uno de los artífices de la certificación, Felipe Ibañez, explicó que “la certificación implicó una serie de pasos y entre ellas hacer distintos planes, acciones, que redundan en mejorar entorno a la educación ambiental. Es así como hoy, el proyecto institucional considera este aspecto desde la transversalidad”.
El docente afirmó que “en esa lógica, durante al año pasado se hicieron muchas cosas, una de ellas fue salidas al cerro que permitía abordar una visión completa de cómo se aprovecha la historia, geografía, educación física, educación ambiental, lenguaje a través relatos de cuentos sobre animales nativos, etc. También se hicieron planes para reducir el consumo de agua, para reducir el consumo de electricidad y el consumo de calefacción, evitando fugas de calor. Se colocaron espacios de flores para tener caminos de insectos, entre otras iniciativas”.
En materia de proceso educativo, la huerta, permitió a los niños enseñar con las semillas, a cultivar, a calcular una producción estimada en determinado número de meses. Además, Aún está pendiente realizar una captación de agua lluvia a través del techo de la escuela, pero sí hay un riego automático, que se hizo para mantener los cultivos, pero además para mostrarle a los estudiantes el riego por goteo y también a la comunidad, enfatizó el docente.
VINVULACION CON EL MEDIO
La mirada trasversal del medioambiente tiene un mayor sentido en el mundo rural, explicó el profesor Felipe Ibañez. El docente afirmó que “tiene un gran sentido que se haga en un establecimiento rural, porque hay familias, hay madres que van a buscar a su hijo y están muy entusiasmadas con el invernadero, con los cultivos, siempre van a buscar algo que se esté cosechando, entonces hay una relación directa con los cultivos, con la tierra”. A ello se suman, los núcleos nativos, sembrando árboles y aprendiendo del bosque que hay alrededor.
Así también, abordamos problemáticas como el agua potable, frente a lo cual se ha visitado el agua potable rural para aprender, reconocer el cuidado del agua y sus manejos para ser potabilizada.
RECONOCIMIENTO
En alianza con la ONG Lafken-lif se ha establecido una red con otras escuelas, permitido desarrollara variadas iniciativas medioambientales. Es así como, esta semana se ha desarrollado una jornada de educación ambiental en esta escuela multigrado, en donde sus estudiantes se involucraron en el aprendizaje de clasificación de residuos y su distribución en tachos diferenciadores, línea de tiempo de degradación de residuos como el plástico. Terminando con la limpieza del río, recolectando y clasificando la basura.
Práctica que quedo grabada por equipos de televisión nacional, para dar a conocer el trabajo que se hace desde una pequeña comunidad educativa rural a través del Programa Chile Circular del canal de televisión, durante el próximo semestre.
EDUCANDO DESDE LAS EMOCIONES
Para la directora de la Escuela Rural Roberto Ojeda Torres, Anita Navarro Pichintini el mundo rural tiene sus propias características que dan un sello singular, destacando “la sencillez de los estudiantes, la sencillez de las familias, y con sencillez me refiero a esta disposición a colaborar con la escuela, a agradecer lo que se entrega, entonces creo que eso unido al afecto que se da en estas comunidades rurales más pequeñas es lo que hace que sea potente el servicio de educación en las localidades rurales”.
La docente explicó que “Nosotros trabajamos bajo los principios de la filosofía Montessori, respetar a los estudiantes en sus estilos de aprendizaje, en sus ritmos, estar en contacto con la naturaleza, lo que acá en un ambiente rural lo hace también más cercano y también destacar el trabajo socioemocional que se está realizando con toda la comunidad educativa, no solamente con estudiantes, sino que atender las necesidades socioemocionales de los funcionarios, de los profesores asistentes, de las familias, creo que nos ha ayudado a esta cohesión, y sentirnos muchas veces como una familia, ese concepto, también, está asociado a la ruralidad”.
Este establecimiento tuvo un cambio radical, el 2016 con un nuevo proyecto educativo, que permitió aumentar la matrícula de 54 a 200 estudiantes. Su directora explica que “lo que se comienza a trabajarse, principalmente, es mostrar que había algo distinto acá, por eso se habla de la nueva ROT, por la escuela Roberto Ojeda Torres que son sus iniciales, y era mostrarle a la comunidad un proyecto innovador que atendía las necesidades de los estudiantes”.
Acá nos interesa ofrecer a los estudiantes distintas posibilidades de aprendizaje, no solo matemática, no solo lenguaje, sino que también puedan explorar sus áreas artísticas, deportivas, culturales, académicas, y en ese sentido actualmente tenemos alrededor de 30 talleres como cocina, arte-terapia, música, multi-instrumental, etc.
La directora, destaca el compromiso de los funcionarios. “Hay una entrega de mirar al estudiante cuando se cayó, cuando se rompió de repente la rodillita, que le duele la guatita. Así que, los asistentes y los docentes de esta escuela tienen un 100% de compromiso”.
MIRA INTEGRAL
Haciendo historia, la directora Anita Navarro afirma que “cuando llegamos junto a la exdirectora María Zóleda Solís, había 54 estudiantes en la escuela matriculados. De esos 54 eran muy pocos los que querían estar acá, los que valoraban el espacio escolar. Y a partir de esa preocupación surge la necesidad de buscar otras alternativas, cómo encantar a los estudiantes, surge este diagnóstico, que había muchas carencias afectivas, socioculturales, entonces comenzamos a trabajar esta nueva metodología, y actualmente con mucho orgullo podemos decir que tenemos 200 estudiantes matriculados desde pre-kínder a octavo año básico”. Agregó “soy una convencida que, si se puede, que al dejar de lado el SIMCE o estas pruebas estandarizadas, y enfocarse realmente en el aprendizaje de los estudiantes, académicos y educación socioemocional, sí resulta”.
Nosotros desarrollamos un plan de educación emocional, que incluye trabajar con talleres para apoderados y funcionarios, que nosotros le llamamos Cuidar a Quienes Cuidan, y por otra parte está el programa de educación emocional, donde los niños participan de estas clases una vez a la semana. Clases de educación emocional son preciosas.
Bajo el paragua de la filosofía Montesori, también se trabaja fuertemente con el medioambiente a través de un huerto agroecológico, además de proyectos destinados a reconocer los ríos, los bosques y humedales.
La profesora agregó que a ello se suma el Programa de Integración Escolar; “pero acá no nos dedicamos a atender necesidades educativas especiales, porque finalmente el modelo educativo está hecho para la diversidad, está hecho para diferentes personalidades, para diferentes características”.
COMPLEJIDADES
Entre los aspectos complejos, desde la ruralidad, en ambos establecimientos coinciden en el tema de la conectividad, ya sea conectividad en transporte y por cierto de internet, que en el mundo rural siempre es un desafío.
En ambos casos, existe un trabajo junto al Servicio Local de Educación Pública -SLEP- Valdivia para seguir avanzando, recogiendo la demanda y buscando las soluciones. Así en el caso de el caso de internet, se habilito a todos los establecimientos rurales de la provincia que en los próximos 12 meses dispondrán con conexión internet satelital ilimitada, gracias a la adjudicación de la licitación por 103 millones de pesos.